Forjando un sueño...

Comencé a escribir poesías a mis 12 años de edad mostrándole mis textos a mi abuela.
A los 13 ingresé a un Taller Literario que se dictaba en mi colegio secundario. Ibamos con mis amigas y nos creíamos adolescentes revolucionarias.
A los 16 empecé a asistir al Taller Literario que dictaba Mayita Maro en la Casa de Andrade en Gualeguaychú, fui dos años y volé con la escritura. Fue un salto realmente cualitativo.
A los 18, ya viviendo en Capital Federal, comencé en otro Taller, de Marta Braier. Estuve casi tres años y aprendí de los más variados géneros, autores, gustos literarios... Mis compañeros tenian edades entre 40 y 80 años. Yo era la "Benjamina" del grupo, decían.

Hoy, hace 6 meses atrás comencé un nuevo Taller de Poesía con Verónica Ruscio. En este pude asombrarme de la capacidad intelectual humana a la hora de dictar consignas. Escribí entonces mis mejores poemas, los más profundos, y de los más diversos temas.
Nunca dejé de escribir, ni un sólo año de mi vida desde mis 12.
Y al paso del tiempo, siempre mostré mis textos. Siempre tuve esa necesidad de compartirlo, de permitir que otro se llene también con esas palabras. 
Me gustaba ver las caras de las personas cuando leían mis poesías en silencio. Y más allá de los halagos, siempre el mayor placer fue que cada lector pueda verse represantado en mis textos.

Hace ya varios años (podría decir que desde mis 18) muchas personas me preguntan "¿Y cuándo vas a editar tu libro?" y mis respuestas siempre son las mismas "Cuanto tenga dinero". Porque ganas nunca me faltaron!
Agradezco que el dinero no me haya llegado a mis manos antes de tiempo, porque seguramente no hubiera sido un libro del todo acabado. Sé que tenía que llegar a este nuevo Taller y que este año me iba a traer nuevas experiencias para escribir de ellas. Hoy creo que mis poesías merecen ser editadas. No solo por la calidad (que humildemente creo que poseen), sino porque sigo teniendo pasión por ver las caras de las personas al escuchar mis palabras, sigo soñando con que cada uno pueda verse reflejado en uno de mis poemas, que los dediquen, que los utilicen como disparadores de sus propias artes. 
Y quiero que sea en un libro de papel. Porque no hay material artístico más bello, más humano, más desgarrador que un libro (en mi opinion, claro).

Asi que hace tres meses atrás dije: "Sigo sin tener dinero, pero tengo una idea y muchas poesías. Existe esta posibilidad de recaudar plata y editar. Entonces, ¿por qué no?". Y me mandé. 
Y acá estoy, en la recta super final. Sólo quedan 3 días de recaudación. No sé si voy a llegar al 100% (si no se llega, el dinero se devuelve a los colaboradores y yo no lo recibo para editar).

Pero que algo quede en claro: POESIAS PARA ILUSTRAR no va a ser sólo una ilusión de 3 meses. De esta u otra manera va a ser realidad. 

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