Paciencia violeta


Esperó sentada
en su cuarto
de color violeta
que le trajeran ganas,
que le trajeran vida.

Sin ventanas,
sin sombras.
Mirando por debajo
de sus pies descalzos.
Hundiéndose
en su intimidad,
esperó.

Y el aire ocupó
su cuarto violeta,
enredó sus pelos,
sus ideas,
y sus pelos.
El aire empujó,
no la dejó quieta.

Comió todas sus cerezas.
No quedaron rojas,
ni grises,
ni manzanas,
ni cerezas.

Y ella,
abrazando su soledad
y su angustia,
esperó.


wannas
(3/10/07)
12/10/2011
02/2013

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